Mucho ánimo Mariví y Celia!

Este post se lo voy a dedicar a mi niña y a su hermana. Han sido dos de los siete millones de viajeros que han sufrido los efectos de la nube volcánica del volcán islandés, de nombre alsdfjaosdfjasldkfjñlak o algo así. Volaban con Ryanair desde Bolonia hasta Málaga y les han cancelado el vuelo, como han cancelado igualmente el 90% de los vuelos de aquel aeropuerto. Para prevenir males mayores, hay que aceptar males menores.

Me consta que Ryanair está haciendo los deberes y hacen todo lo posible. No voy a romper una lanza por ninguna aerolínea, porque más de una me dejó tirado en algún aeropuerto centroeuropeo, otra perdió mi maleta y la mandó a Bruselas y en otra sufrí los efectos del overbooking, pero por lo menos, están dando la cara y ya han realojado a los pasajeros en otros vuelos. Muchas veces pensamos mal de las aerolíneas low cost (yo el primero), pero en este caso, digo lo contrario. Otro cantar, es el que está haciendo Vueling e Iberia con gente que conozco, a los que han denegado el cambio de billete (Vueling) o bien, no les pagan ningún tipo de manutención (Iberia).

Pues bien, desde aquí, mandar mucho ánimo a Mariví y Celia, que ya mismo estarán en Granada tomando tapitas.

Por otro lado, estas cosas dan que pensar......nosotros, la civilización actual, que nos creemos tan guapos, tan listos y que pensamos que este planeta es nuestro, con acontecimientos así, nos damos cuenta de lo pequeñajos que llegamos a ser.

Somos la única especie en el planeta que sobrevive esquilmando los recursos naturales, sobreexplotando el planeta, extinguiendo otras especies, degradando los recursos naturales.....y ahora, a Mamá Tierra, le da por pegarse un erupto en la otra parte del mundo. Un solo erupto ha puesto en jaque a toda la aviación europea, conllevando pérdidas multimillonarias, haciendo que tiemblen los mercados bursátiles (hoy han bajado todas las cotizaciones de las principales líneas aéreas). Somos hormiguitas afanadas en nuestro hormiguero, que cuando viene un niño travieso y da un pisotón en el mismo, nos descontrolamos y no sabemos donde ir. Quizás estas cosas nos sirvan como cura de humildad para darnos cuenta de que esta tierra la hemos heredado y debemos dejarla como tal a nuestros descendientes (paradigma del Desarrollo Sostenible), y darnos cuenta de que estamos aquí de prestados y que esta vez ha sido un solo erupto. Menos mal que Mamá Tierra no sufre de gases, al menos de momento, porque si no, nos vemos montando en una diligencia del far-west para ver la Torre Eiffel de París.


Entreno de hoy: 3000 metros natación con neopreno, suave.

Saludos!